viernes, 10 de marzo de 2017

Psicoterapia de Grupo





Psicoterapia de grupo

EI surgimiento de la terapia de grupo como método terapéutico representa uno de los más extraordinarios adelantos en el campo de las psicoterapias. En muchos casos la psicoterapia de grupo resulta mejor opción terapéutica que la terapia individual, con iguales o mejores resultados.

Definición

La psicoterapia de grupo constituye una forma de tratamiento compartido para pacientes con conflictos emocionales conducida por un terapeuta psicoanalíticamente capacitado; la finalidad es analizar y entender los conflictos internos y externos de los miembros del grupo.
Ejemplo de una psicoterapia de grupo


Preparación del paciente:

Se lleva a cabo mediante el número de sesiones individuales que sean necesarias y consiste en explicar a la persona las características del proceso al que se va a exponer, insistiendo en la necesidad de mostrarse abierta y honesta frente al proceso.


Selección del paciente:

Se seleccionan a los integrantes por edad, fortaleza yoica y psicopatología diversa
Para el buen funcionamiento del grupo son indispensables tanto la selección cuidadosa de los pacientes como la organización de los que lo integran.

La decisión para incluir o no a un paciente en la psicoterapia de grupo deberá estar basada en el diagnostico psiquiátrico y en la valoración psicoanalítica que se haya hecho durante las sesiones individuales. Es aconsejable valorar el tipo de relaciones presentes y pasadas que ha mantenido el paciente tanto con figuras de autoridad como con otras personas.
                                                                              

Mecanismos de defensa

Los mecanismos de defensa son procesos mentales utilizados por una persona como forma de protección contra las fuentes de angustia; ellos le permiten manejar y sobrellevar los factores internos y externos que le causan estrés.


Proyección: En la terapia de grupo estos pacientes se benefician con la constante confrontación de que son objeto sus distorsiones y a ella colaboran tanto el terapeuta como los otros miembros del grupo. Este proceso grupal fuerza el análisis introspectivo con el consiguiente debilitamiento del mecanismo proyectivo.

Represión, negación y supresión: Tan sencillo como que un paciente es capaz de negar algo que ha dicho o hecho en el grupo, mientras los otros miembros pueden recordarlo sin lugar a dudas. La represión se entenderá como la acción involuntaria para apartar de la conciencia impulsos, recuerdos o experiencias que son dolorosas o penosas y que generan angustia intensa. La supresión consciente de información que causa miedo, culpa o vergüenza en el paciente es una experiencia que surge constantemente en los grupos. Cuando el paciente se decide a revelar frente a los demás esa información, pronto descubre que otros comparten pensamientos, sentimientos o experiencias semejantes a los de él; esta apertura puede ser de lo más terapéutica. Cuando la negación sea un mecanismo de defensa habitual utilizado por el paciente, debido a que encuentra muy difícil el manejo realista de algún hecho de su vida, el grupo no solo ayuda a corregir la distorsión sino, además, brinda la oportunidad de examinar, junto con el paciente, diversas formas en que puede manejar más adecuadamente la situación conflictiva.



Respuesta transferencial
En la terapia de grupo, el paciente tiene la oportunidad de observar las diferentes respuestas transferenciales que sus compañeros de grupo presentan, lo cual le ayuda a entrar en contacto con la realidad debido a que es difícil que conserve una actitud irracional negativa si la mayoría o todos los miembros del grupo perciben las cosas de manera diferente. Lo mismo ocurre cuando la transferencia es positiva, especialmente en los pacientes que demandan trato preferencial por parte del terapeuta. El hecho mismo de que el analista preste atención a otros pacientes dentro de la sesión de grupo ayuda a que las demandas de estos pacientes se hagan más realistas. Tanto las respuestas transferenciales positivas como las negativas se diluyen entre los diferentes miembros de un grupo, incluyendo al terapeuta como uno más de ellos.


Factores diagnósticos en la selección

EI diagnóstico del problema del paciente es importante para decidir cuál recurso terapéutico es el más indicado, así como para valorar su grado de motivación para el tratamiento, su capacidad de cambio y la fortaleza o debilidad de su personalidad.  El diagnóstico incluye diversos postulados acerca de la psicodinamia de los conflictos y de los mecanismos de defensa involucrados, las posibles causas de los conflictos del paciente y las metas terapéuticas que se desean alcanzar.


La formación del grupo


La correcta formación del grupo es vital para crear la adecuada atmósfera terapéutica que derive en los cambios necesarios de la personalidad de todos sus integrantes, para lograr lo cual es indispensable que se tomen en cuenta los siguientes aspectos:






  • Número de pacientes
En el CIPPAC recomendamos a los alumnos no iniciar un grupo hasta que no cuenten con el número suficiente de pacientes que les permita sustituir, de inmediato, a los pacientes que dejan (de 20 a 30 %) un grupo que empieza. A esta situación del terapeuta sugerimos llamarla "capacidad de recambio de pacientes”, muy importante para mantener vigente un grupo en cualquier etapa se habla de grupos de terapia que han tenido éxito con la participación de tan sólo tres miembros a tantos como 15, aunque la mayoría de los autores considera entre 7 y l2 el numero óptimo de pacientes para un grupo.
  • Frecuencia de las sesiones
La frecuencia habitual de las sesiones de terapia de grupo es de una vez a la semana. Se recomienda mantener la continuidad de las sesiones de semana a semana para retomar los temas tratados o que quedaron pendientes en la sesión anterior.

  • Duración de las sesiones
 El tiempo promedio de la sesión es de una hora y media o dos, ese tiempo debe mantenerse constante



  • Heterogeneidad versus homogeneidad del grupo
 La tendencia actual es la de que los grupos sean heterogéneos para propiciar un grado óptimo de interacción entre sus miembros.





Dinámica del grupo


Se refiere a la suma total de interacciones que se dan entre sus miembros, junto con la estructura que surge como resultado de esa misma interacción. En la actualidad no existe una teoría unitaria para explicar de manera satisfactoria el comportamiento que las personas manifiestan en un grupo. Sin embargo, existen algunos enfoques con cierta validez y aplicación terapéutica.







Teoría psicoanalítica

Para Freud la psicología del grupo tenía que ver con el individuo dentro de un grupo, pues no compartía la visión del grupo como un todo. Freud creía que la unidad familiar y las interacciones que el niño tiene con ella formaban el prototipo de la convivencia grupal. De hecho en la terapia de grupo el individuo suele conducirse de la misma forma en que lo hace dentro de su familia. Freud hizo notar que no solo el líder influye en el grupo, sino que también los miembros lo hacen  en cada uno de ellos.

Teoría general de los sistemas

De acuerdo con la teoría general de los sistemas, los grupos tienen propiedades en común y se forman para llevar a cabo alguna actividad o para cumplir un propósito en especial. Un sistema está formado por partes o componentes, esto es, miembros interdependientes unos de otros y que interactúan dentro del sistema. El equilibrio entre las diferentes fuerzas que entran en acción dentro de un grupo afectara a cada uno de los miembros en lo individual, lo que a su vez repercutirá en la estructura del grupo. A medida que interactúan los integrantes de un grupo, se origina la formación de subsistemas, y el objetivo del terapeuta será analizar estas interacciones y mejorar la comunicación interpersonal.



El grupo como un todo

Estudiar al grupo como un todo, ya que se supone que este es cualitativamente diferente de la simple suma de sus partes. Tan así es que se considera al grupo como una entidad por derecho propio, con características particulares y únicas, diferentes de las de los individuos que lo forman.


Postulados básicos de Bion

Para Wilfred Bion,  el grupo tiene una vida mental propia, con su dinámica y su estructura peculiares. Bion se refiere a estos fenómenos grupales como los "postulados básicos" que, según él, son tres:
  • El postulado de la dependencia;  los miembros de un grupo buscan un líder de quien depende para conservar su estabilidad emocional y para su protección.
  • El postulado del acoplamiento;  en algún momento los miembros del grupo reconocen que el líder sólo existe en su fantasía y que es irracional la necesidad de una figura omnipotente, lo que los obliga a luchar por sí mismos y ver por su propia sobrevivencia; al hacerlo, forman acoplamientos con algún otro miembro del grupo.
  • El postulado de la lucha y fuga; el cual aparece cuando los miembros del grupo reconocen que ninguno de ellos tiene los atributos suficientes para cumplir el papel de líder y por consiguiente pueden caer en un estado de desánimo Esta situación amenaza el objetivo del grupo, de tal suerte que algunos permanecen y luchan entre ellos mismos, o con el líder, según la conflictiva de cada quien; pero otros optan por dejar el grupo y huir de una situación que consideran poco perdurable.

Factores terapéuticos

 Muchos son los factores terapéuticos que, se supone, entran en acción durante una terapia de grupo. Estos factores pueden agruparse en tres categorías generales:

1) Factores intelectuales: que engloban situaciones como la adquisición de información desconocida acerca de los conflictos o intelectualización; el descubrimiento que el individuo hace de que otros presentan conflictos semejantes a los suyos o universalización.






2) Factores emocionales: que abarcan aspectos como aceptación del paciente por el grupo, altruismo y transferencia.





3) Factores conductuales: que comprenden elementos como un mejor acercamiento a la realidad, interacción con otros miembros del grupo y verbalización de los conflictos personales. Nótese que en todos estos factores subyace el análisis de las diferentes situaciones que surgen dentro del grupo con objeto de que cada paciente logre la más clara introvisión de sus conflictos personales.


Contacto con la realidad
 No es fácil lograr una visión objetiva del mundo circundante de los otros y de uno mismo. La experiencia es tan compleja que al interactuar con otra persona, cuando menos influyen los siguientes componentes: 

l) lo que cada persona desea que la otra piense que es; 

2) lo que cada persona piensa de sí misma; y, 

3) lo que cada persona es en realidad.

En una psicoterapia de grupo con la invaluable ayuda de sus miembros, puede diferenciarse entre lo que es fantasía y realidad para cada uno de los participantes, así mismo, ayuda a lograr una mayor objetividad, en la medida en que cada uno de sus miembros verbaliza sus pensamientos y emociones acerca de los otros y de sí mismo.

Transferencia

La transferencia se estimula como resultado de la interacción entre los integrantes de un grupo. En general, tanto los sentimientos negativos como los positivos se expresan con más rapidez y facilidad en el contexto grupal que en la terapia individual.

Un paciente puede sentirse muy reconfortado al observar reacciones no punitivas del terapeuta al enojo de otros pacientes, y así permitirse hacer conscientes y expresar sentimientos semejantes o de otro tipo. Es obvio que en el grupo se propiciara la aparición de múltiples respuestas transferenciales de un paciente con miembros diferentes del grupo lo cual brinda a dicho paciente la oportunidad de analizar y reanalizar esas respuestas hasta su exitosa resolución.

Identificación

Para que la personalidad se desarrolle en forma sana el individuo necesita seguir consciente o
inconscientemente, el modelo psicológico de alguien. La mayoría de los pacientes neuróticos se han identificado con modelos fallidos o no han podido encontrar modelo alguno. En la terapia de grupo, están disponibles diversos modelos para identificarse con algunas de sus cualidades. Otros fenómenos grupales también parecen estar relacionados con el proceso de identificación. La sensación de alienación,  característica del paciente neurótico, va disminuyendo a medida que los pacientes desarrollan respuestas afectivas entre ellos y hacia el grupo como un todo. Este ofrece tanto una sensación de seguridad como de pertenencia. Los miembros se van mostrando tolerantes unos con otros e intentan entender las más variadas formas de comportamiento, no importa que tan irracionales sean.



Universalización

En la terapia de grupo los pacientes encuentran evidencia irrefutable de que no son los únicos que tienen problemas emocionales y que otras personas enfrentan conflictos semejantes o aún más graves. EI proceso de universalización es considerado como uno de los más importantes en psicoterapia de grupo.

Cohesión

 Todo grupo, no sólo la terapia de grupo, presenta un cierto grado de cohesión. Sus miembros experimentan una sensación de pertenencia, lo que hace que el grupo sea importante para ellos. Esto despierta otras respuestas, como la lealtad y amistad hacia el conjunto y sus miembros.

Presión grupal

Cada uno de los miembros está sujeto a la presión del grupo para modificar su comportamiento, pensamientos o emociones. La medida en que esto ocurra depende de que tanto el paciente acepta a los otros miembros del grupo y de la medida en que valore sus opiniones. El que dicha presión grupal resulte benéfica o perjudicial depende de la forma en que sea manejada por el psicoterapeuta. 

Intelectualización

Este proceso implica el conocimiento de uno mismo, de los demás y de las diversas experiencias, negativas y positivas, que expliquen el comportamiento de la persona. No sólo implica el conocimiento de la historia personal, también encierra el entendimiento de cómo acostumbra relacionarse con los demás y de los mecanismos de que la persona se vale para interactuar con ellos. El paciente aprende a conocerse cuando los miembros del grupo lo confrontan en respuesta a las situaciones que ha provocado.


Interpretación

Ofrece a los pacientes un marco cognoscitivo para un mejor entendimiento de ellos mismos, tanto si la hace el terapeuta o los miembros del grupo.

Catarsis


La catarsis se refiere a la evocación de emociones asociadas a cierto tipo de pensamientos. Esta experiencia favorece la disminución de sentimientos de culpa y de ansiedad al compartir el secreto personal con otros y ofrecerles valiosa información acerca de los pensamientos fantasías y conflictos personales. La catarsis estimula las asociaciones de los demás y ayuda a que hagan consciente su material inconsciente.

Abreacción

AI igual que la catarsis, la abreacción se refiere al hecho de revivir experiencias pasadas junto con las emociones que las acompañan, se trata de un fenómeno de mayor intensidad afectiva.


Papel del líder

El psicoterapeuta es el miembro más importante del grupo. Se espera que el terapeuta, como líder del grupo, conozca lo suficiente acerca de las enfermedades mentales, sus causas, diagnóstico y las soluciones terapéuticas disponibles, y no solo la psicoterapia de grupo. Esta preparación le sirve para decidir que pacientes son los que más pueden beneficiarse con la terapia de grupo.

Una importante función del terapeuta es establecer las líneas de comunicación entre los miembros del grupo. Se persigue favorecer una forma de interacción que englobe a los participantes en igualdad de circunstancias y oportunidades, pero de igual manera, se recomienda que el psicoterapeuta no controle demasiado la espontánea interacción de los participantes ni que tampoco acapare la atención.

Tipos de psicoterapia de grupo

Los grupos pueden clasificarse de acuerdo a los siguientes parámetros: Tipo de pacientes, enfoque teórico, forma de liderazgo, formas de interacción o metas que se persiguen. Son múltiples los tipos y técnicas aplicables a la Psicoterapia de grupo, lo importante será que el método adecuado de terapia grupal se aplique a las necesidades específicas de los pacientes.

Técnicas terapéuticas

La mayoría de los procesos que surgen en la terapia de grupo son resultado, directo o indirecto de los recursos técnicos en que se valga el terapeuta de acuerdo al marco teórico que siga. El objetivo principal del terapeuta será provocar que surjan los procesos necesarios para la problemáticas de los participantes, o del grupo como un todo, se haga evidente.

El analista debe tener claro qué mecanismo resulta capaz de favorecer el cambio terapéutico y qué mecanismos pueden beneficiar a un paciente en particular o al grupo en conjunto.

·         Análisis de sueños

El análisis de sueños, característico de la terapia individual, puede aplicarse en la terapia de grupo con algunas diferencias. Freud, para la terapia individual describió algunos procedimientos: pedir al paciente que asocie en relación con los elementos del sueño, pedir asociaciones acerca de algún elemento del sueño que le haya llamado la atención, pedir al paciente asociaciones acerca de los acontecimientos del día anterior que pudieran estar relacionados.

En la psicoterapia de grupo pueden utilizarse esas técnicas con la salvedad de que las asociaciones provienen no sólo del soñante sino también de los otros miembros.

Los sueños pueden ayudar a que alguien temerosos se integre al grupo. Se ha visto que tan pronto como los pacientes son incorporados a la terapia de grupo, cambia el contenido de sus sueños, aparecen más personas en ellos y surge más actividad interpersonal.

·         Asociación Libre

El proceso de asociación libre aparece dentro del grupo cuando los pensamientos y las emociones de uno de los participantes provocan pensamientos y emociones en otro de los miembros, aunque no estén relacionados de manera lógica. El analista favorece la espontaneidad y la verbalización abierta.

·         Participación uno por uno

El terapeuta pide a cada uno de los participantes del grupo que responda a un determinado pensamiento, emoción, patrón de comportamiento, situación o asunto introducido por un paciente o por el mismo terapeuta. Mediante esta técnica se puede lograr la integración del grupo de un paciente esquizoide o de alguien pasivo.

·         Coterapia

En condiciones ideales cada coterapeuta participa de manera activa, sin que ninguno se encuentre en
condiciones de mayor autoridad o dominio. La presencia de coterapeutas de ambos sexos estimula la aparición de respuesta transferenciales relacionadas con los padres; si ambos coterapeutas interactúan de manera armoniosa, pueden servir como una experiencia emocional correctiva para los pacientes.

·         Un nuevo miembro

Un nuevo paciente puede ser bienvenido y rápidamente integrado al grupo o puede ser objeto de rechazo abierto o encubierto sin importar las características de su personalidad. AI analizar la integración fácil y bienvenida a un paciente, el psicoterapeuta puede, por ejemplo, descubrir que el grupo estaba buscando algún aliado para luchar en contra de la figura de autoridad. Si la respuesta es de hostilidad hacia el nuevo paciente es necesario que el analista lo proteja y se analicen las causas de la agresión. El nuevo paciente puede tener características de personalidad que provoquen reacciones hostiles; a pesar de ello resulta anti terapéutica la confrontación hasta que el paciente no está suficientemente integrado al grupo. Un paciente nuevo que es objeto de agresión grupal y que no fue protegido por el analista de seguro deja de asistir.

·         Actos contraproducentes

Un paciente puede eludir la tensión valiéndose de actos contraproducentes o acting-outs, generalmente de tipo sexual o agresivo. El acto satisface un impulso y el paciente se siente liberado, el alivio es temporal, ya que no se encontró una solución duradera a los conflictos y sí, en cambio, se acentuó la incapacidad del paciente para tolerar la frustración y posponer las fuentes de gratificación fácil.

·         Medios electrónicos



Cada vez son de uso más común las filmaciones de las sesiones grupales por medio de cine o videocintas. EI material filmado puede ser guardado para su posterior exhibición con fines didácticos, o para ilustrar a los miembros del grupo con respecto a los cambios sufridos o en relación con algún fenómeno en especial.


·         Terminación

Cuando se da de alta a un paciente se supone que es porque las metas ya se han alcanzado. Lo ideal es que estén de acuerdo con el alta el paciente, el terapeuta y los otros miembros del grupo. Cuanto mayor sea la diferencia de opinión más probable es que el alta no sea oportuna.

El objetivo de todo paciente es se le dé de alta, cuando surge este momento no deja de causarle molestias, provocándole estados regresivos e incluso reaparición de síntomas, cuadro que al analizarse se resolverá sin lugar a dudas. Otros de los participantes pueden mostrarse competitivos con el paciente que se va. Para otros será difícil el momento y la separación puede provocarles una sensación de rechazo y abandono. Algunos otros lo vivirán como una experiencia de duelo. Quien deja al grupo también experimenta la sensación de pérdida y se le despierta una mezcla de emociones. Es aconsejable que el terapeuta de un margen suficiente de preparación para el paciente que es dado de alta. Tres meses pueden ser suficientes para el análisis e interpretación adecuados de los fenómenos que surjan.

Psicoterapia Breve de Grupo

La psicoterapia breve de grupo ayuda dentro del hospital a motivar a los pacientes a lograr su mejoría, a que se muestren menos dependientes y a que se adapten de mejor manera al ambiente hospitalario. Es más efectiva cuando la composición del grupo es estable, tienen diagnósticos similares y presentan conflictos emocionales semejantes; también ayuda que las metas del grupo estén claramente definidas. El psicoterapeuta deberá favorecer el desarrollo de la cohesión lo más posible para obtener mayores beneficios. Es indispensable crear un ambiente de optimismo al tiempo que se enfatiza la importancia del trabajo grupal conjunto, Si algún paciente muestra resistencias, habrá que analizarlas e invitarlo a que mejor participe en un grupo de larga duración.

Psicoterapia individual y de grupo combinada

La aplicación combinada en un paciente de la psicoterapia individual y de grupo se hace cada vez más popular y ofrece tanto al terapeuta como a los pacientes muchas de las ventajas de los dos métodos.

Cuando se combinan ambos métodos, el paciente es visto en sesiones individuales y forma parte de sesiones de grupo de manera regular. Las sesiones individuales pueden ser de una a cinco veces por semana, mientras que las del grupo serán de una a dos veces por semana, con un promedio de 90 minutos de duración cada una.
Es un método abierto en el que la experiencia grupal interactúa con la individual, se forma una retroalimentación recíproca y se da lugar a una experiencia terapéutica integral.

Psicodrama

El psicodrama, a veces llamado sociodrama, es una forma de psicoterapia de grupo durante la cual mediante métodos dramáticos especiales, se exploran aspectos individuales como el tipo de personalidad, las relaciones interpersonales y conflictos emocionales, entre otros. La dramatización terapéutica de los problemas emocionales incluye:

- Al protagonista: Es el paciente en conflicto y él mismo escoge la situación que desea dramatizar.

- Al yo auxiliar: Lo asume otro participante del grupo y representa algo o alguien de la situación dramatizada por el protagonista. Ayuda a que se incremente el efecto dramático de la experiencia.

- Al director o terapeuta: participa de manera activa, invita a los miembros del grupo a que sean espontaneaos y su función es básicamente catalítica. Es aconsejable que el terapeuta que desee utilizar el método viva la experiencia psicodramática personal, junto con capacitación tanto en terapia individual como de grupo.






Bibliografía: Cuevas Sosa, Andrés Alejandro. Psicoterapia individual, familiar y de grupo. México, D.F., MX: Instituto Politécnico Nacional, 2010. ProQuest ebrary. Web. 26 February 2017.








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